Cuando la figura del alma de mujer se movió junto a la cama de Nicola para volver a ponerle la almohada bajo la cabeza, Andría retrocedió a ciegas por el pasillo recitando para sí fragmentos dispersos del Pater ave gloria, que nunca había aprendido del todo. Por pura casualidad logró no romper el silencio que lo había protegido, hasta poner entre él y la aparición el grosor irrisorio de la puerta de su cuarto. Al hacer el gesto cauto de cerrarla, sorprendió a la figura apresurándose hacia la salida. Una tía, una abuela, la hermana de su madre que murió ahogada: fuera quien fuese, ya no quería saberlo. Pero llegó tarde para ver atendida su súplica, pues bastó un rayo de luna que se filtraba por la puerta de la calle para que...
Primer martes de octubre, así que tocan tertulias literarias.
La obra elegida para hoy es La acabadora de Michela Murgia. Una obra que ganó el premio literario más prestigioso en Italia en el 2010 y en la que se narra la relación entre una «hija del alma» (adoptiva) y su madrasta, que desempeña una particular actividad en un pueblecito de Cerdeña.
Una novela en la que el tono costumbrista se ve superado por la atemporalidad del tema que trata (la forma que tenemos de enfrentarnos a la muerte) y que ha gustado entre casi todas las personas que ya nos la han devuelto en el mostrador. Veremos qué se comenta a la tarde.
Las citas, donde siempre y cuando siempre; en la sala de prensa de la cuarta planta a las cinco y media (17:30) la primera y siete y cuarto (19:15) la segunda.
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