2012-11-06

Deseo de ser punk en las tertulias literarias

Deseo de ser punk, de Belén Gopegui

Creemos que oímos bien porque podemos percibir sonidos que van desde el susurro al trueno. Pero, ¿sabes?, comparados con otros animales, tenemos bastante poca habilidad para oír. O sea, en los momentos en que no oímos nada, o sólo una voz, o sólo la bocina, hay un montón de sonidos por ahí. Y si tuviéramos otra constitución podríamos oírlos, como pasaba con los auriculare de los juegos de espía: si te los ponías, podías oír lo que estaban hablando en otra habitación con claridad. En cambio, cuando te los quitabas, sólo pillabas palabras sueltas o menos que eso. Hay muchos más sonidos de los que oímos.


La obra elegida para las tertulias literarias de hoy es Deseo de ser punk, de Belén Gopegui. Una obra con un fuerte sentido musical que podría recordarnos a Kafka en el título y a El guardián entre el centeno en la trama.

Martina, la protagonista, se encuentra en un momento en el que todo se ve confuso y agresivo. La acompañaremos en su búsqueda de algún tipo de código que le permita afrontar la situación mientras nos transmite la importancia que tiene la música en nuestras vidas.

Reseña de la novela por Luis Martín-Cabrera.

Ya sabéis, en la sala de prensa de la cuarta planta de Kultur Leioa,  a las 17:30 el primer grupo y a las 19:15 el segundo.


Actualización (2012-11-08)

En general, se adujo la diferencia de edad con la protagonista y el desconocimiento del panorama musical contemporáneo  para argumentar que la novela no había llegado a cuajar del todo entre l@s participantes.

Sin embargo, al profundizar en la discusión, se pudo apreciar que alguna fibra sí que se había tocado porque la gente había reflexionado sobre el tema de la desazón entre la juventud y la forma de hacer frente a ella. Puede que en vez de Iggy Pop o Metallica fueran Patxi Andión o Jorge Negrete, pero la necesidad de buscar algún tipo de respuestas en la música y el desencanto ante lo que les rodeaba, según comentaba alguna de las participantes, era muy parecido al que se describe en la novela.

Y es que el tránsito de la juventud a la edad adulta puede resultar difícil. Sobre todo cuando compruebas que es posible que no haya tal tránsito, que la gente adulta no deja de ser, en esencia, la misma que la joven sólo que con más años. De ahí la frustración que se puede sentir al no poder disfrutar de lugares propios, de tener que acatar las normas dictadas por gente que lo único que ha hecho ha sido llegar antes que tú.

Ante este punto de vista, se confrontó el de las normas que se ponían en la familia no sólo por imposición sino por intentar proteger a l@s hij@s y con ello se llegó al dilema de si es mejor dejar que la gente aprenda sóla o de si se les puede ayudar en el camino.

Lo dejamos con una canción de Iggy Pop muy importante en la novela (no os decimos el porqué, pues tampoco es cuestión de destriparos la novela si no la habéis acabado de leer) y con el vídeo que han hecho sobre la novela lectores de Cartagena dentro del proyecto Mandarache: