2008-06-11

Última tertulia literaria hasta después del verano



Con las reuniones de ayer, abrimos un paréntesis para descansar durante el verano.

Las próximas reuniones serán el 14 de octubre y el libro elegido para comentar es Ácido sulfúrico de Amélie Nothomb (foro de la autora, en francés).

Ayer le tocó el turno a El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon (su página personal). Un libro, cuando menos curioso, protagonizado por un chico afectado de síndrome de Asperger o alguna otra forma de autismo.



La editorial dice lo siguiente:


El curioso incidente del perro a medianoche es una novela que no se parece a ninguna otra. Elogiada con entusiasmo por autores consagrados como Oliver Sacks e Ian McEwan, ha merecido la aprobación masiva de los lectores en todos los países donde se ha publicado, además de galardones como el Premio Whitbread y el Premio de la Commonwealth al Mejor Primer Libro. Su protagonista, Christopher Boone, es uno de los más originales que han surgido en el panorama de la narrativa internacional en los últimos años, y está destinado a convertirse en un héroe literario universal de la talla de Oliver Twist y Holden Caulfield. A sus quince años, Christopher conoce las capitales de todos los países del mundo, puede explicar la teoría de la relatividad y recitar los números primos hasta el 7.507, pero le cuesta relacionarse con otros seres humanos. Le gustan las listas, los esquemas y la verdad, pero odia el amarillo, el marrón y el contacto físico. Si bien nunca ha ido solo más allá de la tienda de la esquina, la noche que el perro de una vecina aparece atravesado por un horcón, Christopher decide iniciar la búsqueda del culpable. Emulando a su admirado Sherlock Holmes —el modelo de detective obsesionado con el análisis de los hechos—, sus pesquisas lo llevarán a cuestionar el sentido común de los adultos que lo rodean y a desvelar algunos secretos familiares que pondrán patas arriba su ordenado y seguro mundo.
(edit. promo.)


Lo cierto es que la opinión general fue que el libro gustó bastante, aunque se coincidió en afirmar que resulta de agradecer que se presentara la enfermedad del protagonista de una forma amable, sin incurrir en los aspectos más duros que conlleva sufrir un desorden mental de ese tipo. El hecho de que el libro se narre en primera persona consigue que veamos lo que ocurre desde el punto de vista de Christopher Boone, con lo que mitigamos muchas de las cuestiones que igual desde otro punto de vista no nos resultarían tan divertidas.

Resulta curioso que aunque el misterio del perro se resuelva hacia la mitad del libro su lectura no se resienta.

Un detalle que nos proporcionó Isa, la coordinadora de las reuniones: aunque las cartas que su madre le escribía aparezcan correctamente escritas en la traducción en castellano, en la traducción de euskera (y en el original) aparecen con faltas de ortografía, con lo que el autor tal vez nos pretendía dar una velada pista del nivel cultural de la familia.



Libros que podrían relacionarse:

  • El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger. Una obra un tanto dura en la que el protagonista inicia un periplo por la ciudad de Nueva York tras ser expulsado de la escuela.

  • Huérfanos de Brooklyn, de Jonathan Lethem. La vida de un chico criado en un orfanato, en este caso el protagonista sufre el síndrome de Tourette

  • Soldado de la niebla, de Gene Wolfe. Un soldado de la Antigua Grecia que se ve obligado a escribir todo porque se le borra la memoria de un día para otro.

  • El quinto hijo, de Doris Lessing. Todo transcurre de forma normal en la familia de los Lovatt hasta que Harriet queda embarazada por quinta vez.

  • Los artistas de la memoria, de Jeffrey Moore. Madre e hijo con problemas de memoria. Ella porque está sufriendo Alzheimer y él porque es sinestésico hipermnésico (retiene todos los detalles en su memoria)

  • Una mente prodigiosa, de Sylvia Nasar. Biografía no autorizada de John Forbes Nash, el brillante matemático aquejado de esquizofrenia.