2012-06-13

Cuando la censura vende


Bésame, maldita sea!, le suplico, pero no puedo moverme. Un extraño y desconocido deseo me paraliza. Estoy totalmente cautivada. Observo fascinada la boca de Christian Grey, y él me observa a mí con una mirada velada, con ojos cada vez más impenetrables. Respira más deprisa de lo normal, y yo he dejado de respirar.





Tenéis disponible en la biblioteca Cincuenta sombras de Grey, la primera parte de la trilogía que tanto revuelo está causando en Estados Unidos. Una novela que narra en primera persona las aventuras de una inocente estudiante de Periodismo que cae perdidamente enamorada de un manipulador millonario neoyorquino que la introducirá en el mundo de las prácticas sadomasoquistas.

Si bien el tema puede llamar la atención, tampoco es que se trate de algo novedoso. En la biblio podéis encontrar las memorias de Domina Zara, la novela La pianista, de todo un premio Nobel como es Elfriede Jelinek o, incluso, Las 120 jornadas de Sodoma, del marqués que ha dado nombre a este tipo de relaciones (más información en la Wikipedia).

La notoriedad de la obra ha venido dada más bien por el debate que se ha creado ante su retirada de varias bibliotecas norteamericanas aduciendo su carácter pornográfico y su vuelta a estantería debido a la presión de sus usuari@s (más información, en inglés, en el New York Times)

Dejando a un lado la cuestión de dilucidar si ese carácter erótico no ha sido utilizado para inducir a censura y generar publicidad y ventas, ahí queda un apunte más para una historia sobre la censura en las bibliotecas. En la de Leioa, dejamos en vuestras manos la posibilidad de elegirla (o no) como lectura y la de discutir sobre la calidad literaria de la obra y su tema.


Cincuenta sombras de Grey, E. L. James


Relacionado: entrada al respecto en el blog Entre montones de libros


Actualización (2012-07-12)

Ya tenéis disponibles en la biblioteca las otras dos obras que completan la trilogía: Cincuenta sombras más oscuras y Cincuenta sombras liberadas

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