2012-03-16

Liburu usikadak -- Mordiscos de libro

Objetos perdidos, Siegfried Lenz

«Bonito pájaro», dijo Henry.
«Un objeto perdido», dijo Harms, «un objeto perdido como todo lo que hay aquí; fue encontrado en un tren rápido procedente de Fulda, venía directamente de la ciudad episcopal. Como no pudimos deshacernos del pájaro en la subasta, me quedé con él; lo llamo Pío.»
Henry lo observó perplejo, sacudió la cabeza y dijo: «¿Cómo se puede olvidar un pájaro en su jaula?».
«Esa pregunta también la habría hecho yo», dijo Harms, «hace quince años, cuando empecé a trabajar aquí; ahora ya no me sorprendo de nada. Usted no sabe lo que hoy día pierde y olvida la gente; incluso cosas de las que depende su destino las deja sencillamente olvidades en el tren, y luego viene a nosotros y espera que la ayudemos a recuperarlas.» Y, cansinamente, dijo: «En ninguna otra parte hay un lugar donde se viva tanta contrición, tanta preocupación y tanta autoinculpación; en fin, ya lo verá usted mismo».



Objetos perdidos, Sigfried Lenz