2009-12-02

Sobre las manos de mi madre




Dentro de las Tertulias Literarias que coordina Isa Castillo, ayer tuvimos la visita de Karmele Jaio para comentarnos sus impresiones sobre la primera novela que publicó: Las manos de mi madre.

Se trata de un libro que logró una valoración muy positiva por unanimidad en el grupo (lo cual no es tan fácil) pero Karmele nos contó que, en un principio, lo había ideado casi más como un experimento que otra cosa, pues hasta entonces se había desenvuelto en el mundo del relato. Aún así, este "experimento" le duró un par de años.

Lo que pretendía con esta obra era mostrar dos generaciones. Un punto de partida en el que tenemos a las dos protagonistas en una situación estancada servirá para mostrarnos las diferencias pero, sobre todo, las similitudes de ambas generaciones en la necesidad de cerrar heridas pretéritas para seguir adelante y enfrentarse a la vida con la cabeza alta.

Por un lado, Nerea (la hija) lleva un ritmo de vida frenético que le impide pararse a respirar tranquilamente, mirar a su alrededor y disfrutar de su familia. Por el otro, una enfermedad neuronal degenerativa ha postrado en cama a Luisa, encerrándola en un mutismo cercano a la catatonia. La llegada de Dolores (tía y hermana respectiva de las protagonistas) y el acceder al deseo de su madre de ir al faro desencadenará la conciencia de Nerea de lastres que llevaba arrastrando desde demasiado tiempo atrás.

En la conversación surgieron temas relacionados con los recursos de la memoria. Se mencionó el uso del olor para evocar a la memoria y provocar sensaciones vívidas (el olor de la plancha y la ropa limpia, las manos de ama que olían a jabón y a ajo, el hospital con olor a puré y medicamentos) y también se habló de la importancia de las fotografías que le piden a Nerea que lleve para hacer recordar el pasado a su madre. Una de las participantes comentó la idoneidad de la foto de la cubierta (es la misma en la edición en euskera que en la de castellano) y ante ello, Karmele nos sorprendió comentándonos que se trataba de una foto propia, que en realidad, es su ama la que sale en esa foto y que no le dijo nada a ella hasta que el libro se publicó para darle una sorpresa.

Proyectos futuros? Profesionalmente traducir al castellano sus obras anteriores (parece que la traducción de Hamabost zauri podrá verse en la calle para mediados del año que viene) y en lo personal prepararse para el nacimiento de su segunda criatura (zorionak hemendik!)

Una autora y una obra que nos han dejado un agradable recuerdo entre la gente que componemos las tertulias literarias. ¡Muchas gracias por la visita!

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